Una capacitación para reconocernos: Sesión para celebrar logros y potenciar la cultura de nuestro cliente Buckner Perú
En un contexto laboral donde el ritmo acelerado, las exigencias del día a día y el trabajo remoto fragmentan las relaciones, crear espacios de integración auténtica ya no es un lujo: es una necesidad estratégica. Cuando los equipos se reconocen, se celebran y se dan permiso para sentir, se fortalece el lazo que los une y se potencia su capacidad colaborativa.
En Con Razón Corazón creemos que celebrar también es construir cultura organizacional. Y eso fue precisamente lo que hicimos junto a Buckner Perú en su 19° aniversario: acompañarlos a reencontrarse como equipo a través de ejercicios, emoción y el reconocimiento mutuo.
El desafío: celebrar sin perder profundidad
Buckner nos invitó a co-crear una jornada especial por sus 19 años de trayectoria. La consigna era clara: diseñar un espacio de integración con sentido, donde pudieran reconocer el valor de cada integrante, romper la rutina y fortalecer el sentido de pertenencia desde un lugar humano, optimista y memorable.
El reto no era solo celebrar, sino generar un espacio donde todos y todas —más allá del área o rol pudieran sentirse parte.
¿Qué hicimos?
Realizamos una sesión presencial de tres horas con 27 personas, facilitada por nuestro consultor y coach organizacional Hugo Flores, bajo el programa: EmpoderAcción: un enfoque vivencial que une dinámicas lúdicas, inteligencia emocional y neurociencia aplicada.
Trabajamos con ejes como:
Reconocimiento mutuo y admiración entre pares
Autoconocimiento a través del juego y el humor consciente
Reflexión sobre la mentalidad de crecimiento frente a retos
Celebración colectiva desde lo creativo y espontáneo4 principios claves para potenciar el trabajo colaborativo en equipo
¿Qué impacto tuvo?
Durante la jornada observamos una transición poderosa:
De la neutralidad a la participación activa
De la rigidez al juego genuino
De los prejuicios a la curiosidad y el disfrute compartido
El equipo de Buckner abrazó lo lúdico sin temor, y descubrió que detrás del juego también habita la reflexión, el aprendizaje y el vínculo. El uso de herramientas como el mindset de crecimiento les permitió revisar cómo enfrentan el error, el cambio o la exposición frente a otros.
¿Y si más empresas se dieran este espacio?
Lo vivido con Buckner es prueba de que las sesiones de integración no tienen por qué ser superficiales. Pueden ser verdaderos laboratorios de cultura organizacional, donde las personas se alinean no desde el discurso, sino desde la experiencia.
En Con Razón Corazón diseñamos estos espacios a medida de cada equipo, combinando lo lúdico con lo transformador, para que cada organización pueda celebrar su camino mientras fortalece su propósito compartido.