Cuando rompes con tu trabajo y se te parte el corazón

El trabajo puede ser una experiencia de todos las formas. Hacemos todo lo posible para que sea la mejor, llevarnos nuestras mejores ganas, nuestro esfuerzo y tiempo. Se crea una relación que puede durar meses e incluso años. Cuando la relación es muy bonita puede llegar a un “clímax” donde todo puede ser una rutina saludable. Pero... ¿Qué pasa cuando todo se acaba?.

Primero debes saber que lo único constante es el cambio, cuando una persona termina algo, siempre tiene miedo. Nos cuesta mucho soltar algo que nos tiene acostumbrados. Soltar es muy difícil y es donde aparecen mil dudas y cuestiones que solo nos pone en un nivel de estrés muy bajo. 

Cuando uno termina una relación con su pareja se hace las siguientes preguntas. ¿Qué hice mal? ¿Me esforcé lo suficiente? ¿Será mi culpa? ¿ Encontró a alguien mejor? Dudas que no creí que me haría cuando se terminó mi trabajo. ¿ Qué hice mal? ¿ Me esforcé lo suficiente? ¿ Será mi culpa? ¿ Encontraron a alguien mejor?. 

Las cosas ya están hechas, ya no te encuentras dentro y es donde te das cuenta que debes entregar las cosas que hiciste, ¿Me estás diciendo que debo volver a ver a mi ex? Suena gracioso pero una vez que te comunican tu salida, no termina ahí. Aceptemos esta ceremonia, un ritual que debemos hacer de todas formas, si tienes suerte no tendrás que volver a verla. 

Sin embargo, no te preocupes, a todos nos pasa y esas experiencias son parte de tu vida (sobre todo al principio). Sin ellas no podremos conocer sobre el rechazo y no saber lidiar en el futuro sobre eso. Así que no termines estresándote, agradece por la experiencia vivida, salgamos por la puerta grande y no termines cometiendo errores como hablar mal de tu trabajo. 

Ten presente que cuando una puerta se cierra, otras diez se abren.

Daniel Zaconetta